Roma es una ciudad con más de tres mil años de historia, cada piedra tiene una historia que contar, cada calle, cada pintura o escultura tiene un por qué. Pero a veces hay que hacer uso de la imaginación!!

Con una guía privada no existe un cronograma que "tenemos que seguir", esto es especialmente útil para familias con niños, personas con problemas para mobilizarse, para los fanáticos de las fotografías; no tienes que ver por fuerza todas las piezas del museo o todos los sitios que están en programa, el programa lo haces tu! No sigues a una guía, la guía camina a tu lado. No tienes que escuchar un monólogo de una guía de grupo, o las preguntas insistentes de otros turistas, puedes intervenir cuando mejor te parezca y moderar las explicaciones según tu interés.